Los hongos, al igual que los agentes bacterianos como los diplococos,
cocos, estreptococos o estafilococos no solo se manifiestan por falta de
higiene o contaminación ambiental, dermatofica, alimenticia o gastrointestinal,
sino que pueden obedecer también a algún problema serio en las defensas del
sistema inmunológico del cuerpo. Por ejemplo, el VIH, el sobrepeso y la
diabetes, también suelen ser factores de alto riesgo causante de que
tengamos hongos en uñas de manos y pies. Sin llegar a considerar estos
extremos, es siempre recomendable hacerse un chequeo médico completo una vez
que detectemos esta afección para descartar así otros posibles males.
Según reporte del Sistema Nacional de Salud de
España, en su edición Nº 3/2008, Volumen 32, del 2 al 18% de la población en
países desarrollados ha desarrollado hongos en manos y pies. Pero para algunos
especialistas esta cifra puede ser más alta, ya que, por razones de índole
social o por vergüenza, se oculta este padecimiento por lo que las estimaciones
actuales pueden ser aún más crudas de las que actualmente se consideran, siendo
entonces un verdadero problema de salud pública que va desde la afección
psíquica y emocional de quienes lo padecen, por limitaciones en su interacción
social que disminuye su calidad de vida diaria, hasta indicar un mal
funcionamiento orgánico.
Lamentablemente, los hongos y su prevención así
como su tratamiento efectivo, ha sido tomado como algo superficial por
autoridades sanitarias y por la propia población en general, pasando a un
segundo plano en temas de salud, ya que se atribuye a un hecho “simplemente
estético”.
Pero nada más alejado de la verdad. Los hongos
no son solo un problema estético, sino un problema de salud, un problema
social, inclusive de pareja, y puede causar
un grave trastorno psicológico que te termina afectando en tu
autoestima. Ni que hablar en los gastos médicos, con abundancia de clínicas que
se han supuestamente especializado en desarrollar métodos curativos
costosos y de difícil acceso para la población en general, que muchas veces ni
siquiera resuelven el problema, así como un jugoso negocio para las
farmacéuticas que inundan el mercado con infinidad de medicamentos “milagrosos”
estándares, muchos de ellos con muy poca eficacia.
No existen tampoco campañas preventivas para
evitar el contagio por hongos, siendo que los flujos migratorios y turísticos,
con cantidad de personas infectadas, esparcen la afección por doquier en
hoteles, casas, hostales, playas, gimnasios, centro de masajes, duchas
públicas, etc, cuando pernoctan en otros países o cuando se infectan en estos.
He decir que mi principal motivación a
escribir este blog, vino como consecuencia de mi propia “recuperación” una vez
que comencé a sufrir de onicomicosis por varios años, dedicando un
gran esfuerzo a recuperar mi salud hasta que
conseguí erradicarlo definitivamente. Después de pasar
por el “trauma” del proceso, me convencí que estaba frente a
una enfermedad mucho más grave y común de lo que suele generalmente aceptarse
entre la gente.
Por ello, desarrollé un método de desinfección
practico y accesible, sin grandes complicaciones, que me permitió recuperar mi
salud, mi autoestima, y que ahora comparto contigo a través de una guía
sencilla y económica, que puede ayudarte si tienes una grave
afección de hongos en las uñas (la mía era dificilísima de eliminar), y
establecer unas pautas de higiene para evitar nuevamente el contagio por este
agente biológico.
La salud es algo que no debe descuidarse, puesto que las consecuencias suelen ser terribles con el tiempo, y de igual manera debemos estar atentos ante ofertas costosas en tratamientos y curas, solo para llenar el bolsillo de los mercaderes de la salud.
Guía: NO MÁS VERGÜENZA: Cómo eliminar los peores hongos en las uñas
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